El término andecha deriva del vocablo latino indicere (anunciar) –se “llama a andecha”- y consiste en un trabajo personal, voluntario y gratuito que se ajusta al esquema de la reciprocidad equilibrada: “Hoy por ti, mañana por mí”. La andecha se inscribe por ello dentro de los trabajos que el derecho laboral denomina amistosos, benévolos y de buena vecindad.
La mano de obra de la andecha es reclutada atendiendo a lazos familiares, de amistad o vecindad, para hacer frente a los habituales trabajos del ciclo agrícola que resultan más acuciantes y a aquellas tareas que son particularmente gravosas para las familias del pueblo que atraviesan circunstancias especiales como viudedad, enfermedad o similares. La andecha también se convoca para ayudar en el acarreo de materiales en la construcción o reparación de un edificio.
En todo caso los participantes en la andecha, dado su carácter voluntario y gratuito, no pueden adquirir derechos de propiedad sobre el producto del trabajo en común, singularidad ésta que constituye el rasgo juridificador de esta figura.
Dictamen de la Comisión Especial de Derecho Consuetudinario Asturiano.
[…] sirve de ejemplo de lo que puede ser la andecha, trabajo comunitario, de la que hablabamos en otro post de este […]