Últimamente tengo un poco abandono este blog que tanto quiero y sentía la necesidad de juntar algunas palabras para compartir el motivo por el cual tengo varios artículos a medio escribir y nunca encontraba el tiempo para terminarlos.
El motivo principal por el que me trasladé a Madrid este año fue, además de ponerme en contacto con diversos proyectos y colectivos relacionados con el mundo de la bioconstrucción, para cursar el Máster en Patología de la Edificación de la ETSAM. Aproximándose la conclusión de dicho Máster, ahora toca enfrentarse a su recta final con la redacción y presentación del Trabajo Final y, como parece implícito en toda entrega de cualquier clase, el tiempo se nos ha echado encima.
En el trabajo, junto a mis compañeros Javier de Villota y Rafael Pérez, estamos desarrollando el fascinante proyecto de Rehabilitación de una Central Hidroeléctrica en Segovia.
Mi actuación se centra fundamentalmente en la rehabilitación de las viviendas de las familias de los turbineros y de la sala de máquinas en donde se encuentra la turbina y el alternador. Todo ello forma un conjunto arquitectónico de principios del siglo XX levantado con muros de carga de mampostería de granito y estructura de madera a la que se le ha añadido, en alguna intervención de mediados de siglo, algunos elementos metálicos. La actuación en la parte de la central que incluye la presa, el canal subterráneo, la chimenea de equilibro y el tubo de presión ha sido proyectada y dirigida por nuestro compañero Javier, cuya intervención esperamos publicar tras la entrega del trabajo.
El principal interés de este particular proyecto, además de tener el privilegio de trabajar en un entorno aislado y natural donde el otoño nos ha regalado su estampa más colorida, reside en el reto que supone caracterizar, diagnosticar y proponer la intervención en una vivienda de más de 100 años de antigüedad, levantada sobre otra edificación preexistente, que está situada sobre la derivación de un río cuyo fin es producir electricidad. Nuestra enemiga: La humedad.
Pero dentro de las múltiples actividades que estamos acometiendo en la central, en el artículo de hoy sólo me voy a centrar en la inspección y diagnóstico de una viga de madera de pinus sylvestris mediante la utilización de un higrómetro de contacto. Así pues, empecemos.
Para la realización de la caracterización necesaria previa a la elaboración de un diagnóstico de la estructura de un edificio, habremos de inspeccionar minuciosamente cada uno de sus elementos, prestando especial atención a los puntos débiles donde hay mayor probabilidad de que se generen lesiones. En el caso de una cercha que sigue el sistema cuchillo español como en el caso del que vamos a hablar, y de cualquier estructura de madera portante en general, estos puntos débiles se encuentran en los encuentros de la estructura con el muro, donde se transmite la humedad de éste a la madera, y en los encajes de la propia estructura, donde se acumula la humedad en el caso de existir filtraciones a través de la cubierta.
Así pues, dentro de la primera inspección visual de la estructura de la cubierta de la central, nos encontramos fisurado la moldura de yeso que recubría el tirante de una de las cerchas debido a una flexión del mismo, por lo que decidimos realizar una cala, retirar la moldura y poder comprobar el estado del tirante para encontrar la causa de esta flexión.
La unión del yeso con la madera se realiza intercalando previamente una tomiza, o cuerda de esparto, que rodea al tirante y sobre el que se engancha mecánicamente el yeso, por lo que retirarlo a veces lleva su trabajo y, además de las convenientes equipos de protección y medidas de seguridad, conviene alejar la cámara con la que vas a grabar el proceso lo suficiente para evitar caídas accidentales de material. ¡No hagáis como yo!
Retirado el yeso, encontramos el motivo por el que se había producido la flexión del tirante. En la zona donde se encuentra la cercha existía una concentración de filtraciones de agua que habían aumentando la humedad de la estructura de madera situándola por encima de la humedad de equilibrio, lo que viene siendo un reclamo para la aparición de hongos de pudrición, con contenidos de humedad superiores al 20%, y el posterior ataque de anóbidos, pequeños insectos xilófagos de ciclo larvario.
La destrucción de la madera había llegado a tal punto que la unión de los diferentes elementos que componen la cercha se había puesto en riesgo, de tal forma que se originaron movimientos que fueron transmitidos a la moldura de yeso y ésta, al ser un elemento rígido, manifestó las tensiones producidas en forma de fisuras y grietas.
Para confirmar la hipótesis y acotar el alcance de la lesión, golpeamos la madera en busca del sonido hueco tan característico que delata el avanzado estado de destrucción que había alcanzado en algunas zonas el tirante. Además, tuvimos la oportunidad de contar en nuestra inspección con un higrométro de contacto, un aparato que mide la resistencia eléctrica de las fibras de madera, de la que se deduce su contenido de humedad, mediante dos electrodos que se introducen en la madera.
Finalmente, recopilada toda la información posible en la inspección, el siguiente y último paso consistirá en volver a la pantalla del ordenador, organizar y filtrar los datos, calcular las resistencias residuales de las diferentes estructuras y, en función del alcance de las diferentes lesiones, proponer saneados, reparaciones o sustituciones según convenga y, en definitiva, elaborar el proyecto de intervención.
Poca broma.
FOTOGRAFÍAS: Rafael Pérez y Javier de Villota.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
- ARRIAGA, Francisco; PERAZA, Fernando; ESTEBAN, Miguel; BOBADILLA, Ignacio; GARCÍA, Francisco. Intervención en estructuras de madera. AITIM. 2002.
muy entretenidoo el artículo. y el video casi me descojono, cuando cae todo jeje,. a seguir currando ánimoo
Gracias, Fredi!
Parece que sonrío en el video, pero no veas qué susto! Normalmente llevamos el casco para no traer de vuelta un montón de arañas entre el pelo, pero esta vez qué buen uso estuvo a punto de ofrecerme :)
Abrazo!
Estos arquitectus tecnicus metidos a albañiles .. Hay!! Pa que se habrán inventado los puntales. Gracia Miguelu por contarnos lo que haces. Muy interesante.