La semilla dio sus frutos.
Las experiencias compartidas desde aquel trueque que realizamos con la Asociación ESTEPA han ido forjando lazos y complicidades que finalmente están empezando a dar sus frutos en forma de nuevos proyectos más allá del taller abierto y colaborativo de fabricación del horno de adobe que realizamos en EEUP.
Por un lado, el colectivo de bioconstrucción Baubab, formado inicialmente por participantes del Master de Bioconstrucción del Instituto Español de Baubiologie residentes en Madrid, ha recogido buena parte de la energía generada en el taller para abrir sus puertas a más miembros y constituirse como asociación. Pronto los veremos reparando el revoco experimental en el horno de adobe y la estructura de cañas de EEUP.
Además, algunos compañeros cuyas vidas han estado ligadas al mundo de la cooperación al desarrollo, tuvieron tiempo para constituirse como cooperativa mientras estaban pisando barro y paja para fabricar adobes. Así nació QATAY. Cooperativa de Arquitectura y Urbanismo Social y Ambiental, organizando una de sus primeras actividades en formato campo de trabajo donde comenzaron los trabajos de rehabilitación de una pequeña edificación en La Huerta de la Buenavista, y donde también aprovechamos para grabar algunas imágenes que se utilizaron para crear un pequeño video de presentación del proyecto de la cooperativa.
Mientras tanto, seguimos formándonos y participando en talleres donde conocemos a personas igual de inquietas que comparten nuestra ilusión por la bioconstrucción y es así como llegamos a Mama Campo, un restaurante de alimentación ecológica, gracias a un sms de Natalia, compañera en el Taller de Palla, que decía algo como: «Tengo un amigo que quiere hacer un revoco de adobe«.
Tras la primera confusión inicial, ¿revoco de tierra o trasdosado de adobe?, Qatay logró interpretar y conducir las múltiples ideas y acabados estéticos que proponían los socios del proyecto Mama Campo para dar luz a una terminación cuyos criterios de ejecución fueron la utilización de materiales ecológicos y la libertad creativa de forma colaborativa y común.
Así pues, mediante arcilla, cal, arena, tela de yute, cañas y matices dorados, poco a poco las paredes del restaurante Mama Campo van adquiriendo una imagen única y personal en la que cada miembro de Qatay, cada colaborador en la ejecución y cada socio del proyecto, ha aportado su alma al revoco.
Durante la ejecución del revoco nos hemos encontrado algunas de las contingencias propias de toda obra, como la de compartir un pequeño espacio con otros oficios, y otras de índole técnica, como tender un revestimiento de arcilla sobre placas de yeso laminado. Todas estas cuestiones nos han servido para experimentar y plantear diferentes soluciones a cada problema, gracias a la paciencia y la buena actitud de todas las personas implicadas.
Ahora, falta por terminar el mural artístico que se concentra en el hueco de la escalera del restaurante en el que, tras una trama de cañas, esperamos poder dar rienda suelta a nuestras pulsiones creativas en busca de nuevas texturas y colores.
Así pues, la semilla dio sus frutos. Y es que no podía ser de otra manera.
ENLACES RELACIONADOS:
- Revocos artísticos en Mamacampo, por Rafael Escalera.
- Acabado de tierra artístico en el restaurante Mamacampo, por Qatay S. Coop.
- Barro en las paredes… muy artístico en este caso, por Sofía Iglesias.
- Avance de la intervención artística en el restaurante Mamacampo, por Qatay S. Coop.
FOTOGRAFÍA: Amaranta.
[…] http://elcantodelaavutarda.wordpress.com/2014/01/18/revocos-artisticos-en-mamacampo/ – Miguel: https://arquiteututecnicu.wordpress.com/2014/01/13/revoco-de-tierra-artistico/ – Qatay: […]
Miguel, me encanta tu artículo resumen de tu última temporada madrileña :) y me gusta mucho ver la perspectiva que cada uno hemos dado al proyecto Mamacampo y como se complementan!
Un besote
Sí, qué bien que todos hayamos aportado nuestra visión durante el proyecto y después en nuestros blogs :)
Besos y abrazos!